Viernes intransable
Hoy tuve mis últimas clases del semestre. Sin embargo, los exámenes comienzan la próxima semana y junto con esto se concreta mi sacrificio final para rematar esta parte del año universitario. Antes de aquello, un mini-break.
Por lo general los días Viernes no hago nada. Son momentos de ocio y relajo total que me liberan en parte de todo el agobiante mundo de estudio. Antes corregía informes y ejercicios del laboratorio en el que soy auxiliar, pero después me di cuenta que necesitaba tiempo dedicado especialmente para mí, por lo que dejé de lado la corrección para los sábados en la mañana. Además, con mi familia organizamos un picadillo de vez en cuando. Comemos papas fritas, maní, hartas cosas saladas y hablamos de muchas cosas, serias y otras no tanto, ocurriendo una catarsis colectiva. Son momentos super íntimos de sana convivencia en que nos reímos hasta de nosotros mismos. Hoy, por ejemplo, nos dimos cuenta que aún no hemos desarmado el ventilador que usamos en VERANO y que éste sigue aún conectado en el sector habitual que ocupa. También mencioné sobre qué me gustaría que hicieran si yo llegara a morirme y hablamos de muchas otras tonteras... plop =P
Como ya mencioné, tuve mis últimas clases en la U. Mi profesor de Macroeconomía terminó ofreciendo un "happy hour" para todos los alumnos de la clase en un local del barrio Bellavista y mi profe de Operativa nos enseñó los últimos truquitos para resolver airosamente los ejercicios de redes de colas y nos entregó la pauta de lo que sería el examen. Como hoy jugó por el mundial Alemania con Argentina, casi nadie fue a clases y éstas se desarrollaron en un clima mucho más personalizado.
Con este ambiente, mi último viernes se tornó en algo no tan festivo, puesto que debo retomar fuerzas para lo que se aproxima y acoger medidas para enfrentar la avalancha final.
Opinar sobre lo que fue el semestre?... no todavía. Es mejor ir dando un paso a la vez con el fin de evitar caídas innecesarias.